Se reducen los casos de violencia infantil en Bogotá

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En los últimos tres años hubo 3.266 denuncias. Patio Bonito y Corabastos, los más violentos.

La muerte de una niña de 5 años provocada por los golpes de su propia madre la semana pasada y el abandono de una recién nacida en una maleta evidencian que el maltrato infantil sigue siendo una amenaza.

De acuerdo con cifras del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), durante los últimos tres años se ha registrado el maltrato de 3.266 niños en Bogotá, 1.224 en Cundinamarca y 20.526 en todo el país. Esto, sin contar los sucesos no denunciados.

Aunque los casos se han reducido paulatinamente durante los últimos tres años (hubo 260 casos menos entre el 2012 y el 2014) según el ICBF, la situación sigue siendo preocupante. (Vea también: Cifras de violencia contra niños en Bogotá)

De acuerdo con el reporte de Medicina Legal, anualmente en la ciudad se registran más de 3.000 casos de violencia sexual, 2.000 casos de maltrato físico, más de 6.000 por violencia interpersonal y más de 100 homicidios de menores de edad.

“La principal causa de agresión es la intolerancia. Por varios años viene siendo la principal causa de violencia contra la infancia”, agregó la exconcejal Martha Ordónez, quien trabajó temas de infancia.

Además, estudios de organizaciones como Asocreemos en Ti indican que localidades como Kennedy, San Cristóbal, Ciudad Bolívar y Suba son algunas de las que tienen mayores índices de violencia en la capital del país. Los barrios más críticos son Patio Bonito y Corabastos.

Y es que el maltrato contra el menor no discrimina edad, día, género ni estrato, aunque se presenta de manera diferente: la marginalidad está relacionada con la violencia física.

De un lado, “en estratos socioeconómicos altos se da menos la violencia física, pero la violencia emocional y psicológica es muy cruda. No los saludan, no los tocan, no se comunican con ellos ni los miran, y así se les está generando a los niños un conflicto emocional muy grande”, informaron fuentes del ICBF, que aseguraron que este maltrato es uno de los más difíciles de detectar y presenta bajos índices de denuncia.

Del otro, en estratos socioeconómicos bajos se presenta un tipo de violencia generacional; padres que han sido maltratados física y verbalmente en su niñez y que repiten este comportamiento con sus hijos, según el Instituto.

Las diferencias en estas poblaciones son grandes y crudas. Mientras que en los primeros la denuncia de la comunidad es muy baja, en comunidades de escasos recursos “hay mucha más corresponsabilidad”.

Problemas de alcohol, drogas, una maternidad o paternidad no deseadas son otros factores de riesgo señalados por el instituto como desencadenantes del maltrato infantil.

Según un informe de Medicina Legal del primer trimestre del 2013 –el más actualizado hasta ahora– , 639 casos de maltrato infantil se presentaron en Bogotá, y se tiene registro de que quienes más cometen este delito son sus parientes más cercanos, como el padre, la madre o el padrastro, entre otros.

“Este comportamiento nos permite inferir que nuestra sociedad no ha podido potenciar los programas de formación y capacitación a familias para incentivar buenas prácticas en la crianza”, dice.

Violencia sexual
Durante ese mismo periodo, Medicina Legal reportó 740 casos de menores de edad abusados sexualmente en Bogotá (otro tipo de maltrato infantil), y asegura que “se ha adoptado al interior de las familias una cultura de violencia”.

De acuerdo con Johana S. Jiménez, hija de la fallecida senadora Gilma Jiménez –abanderada de la niñez–, la máxima pena para las personas que cometen este tipo de crímenes en contra de la infancia es de máximo 60 años.

Según Jiménez, la Presidencia radicará en marzo el proyecto que convoca el referendo de cadena perpetua para violadores de niñas y niños, el mismo de Gilma Jiménez. “Lo vamos a revivir. El país debe entender que hay que castigar con prisión perpetua a los verdugos de los niños”, puntualizó.

Entrevista
‘ICBF comete errores graves’
Patricia Gómez, exasesora en temas de infancia de la fallecida senadora Gilma Jiménez, dice que no se necesita de un ministerio de la infancia, sino que la justicia se cumpla.

¿Qué relación hay entre el embarazo no deseado y el maltrato?

Mucha. Si es infeliz, sin condiciones económicas o la echaron de la casa, tendrá dificultades para expresar afecto. Los padres adolescentes a veces se avergüenzan y se desahogan con sus hijos.

¿Por qué no se denuncia en estratos altos?

Por el ‘qué dirán’: ahí denunciar es poner a la sociedad en su contra. Además, hacerlo contra alguien con poder es arriesgado para quien denuncia.

Por otro lado, si una mujer acusa a su pareja de maltratar a sus hijos, la acusan de ser permisiva, coautora o de venganza.

La atención a la infancia está muy atomizada. ¿Se debería unificar?

El ICBF comete errores graves como devolverle los niños al agresor. Hay defensores de familia con poca objetividad.

El ICBF no es algo que deba quedar en manos de unas señoras presididas por la primera dama. Es un tema de política pública, de derechos humanos y de economía. Un ministerio para la infancia no resolvería nada. Lo que funciona es que la justicia se aplique y acabar con absurdos como que una madre que busca sacar a sus hijos del país para alejarlos de un padre agresor deba tener su permiso.

El 70 % de los agresores son sus parientes
En el país, según datos del Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef), durante el 2012 el 15 por ciento de los casos de violencia intrafamiliar fueron cometidos contra menores de edad; los victimarios en el 70 por ciento de los casos fueron sus padres o padrastros. Mientras que el 85 por ciento de los afectados por violencia sexual son menores de edad. Según el Instituto Nacional de Medicina Legal, durante el 2013 en el país “se realizaron 68.230 peritaciones por violencia intrafamiliar”; con relación al 2012 se presentó una disminución de 15.668 casos”. De los 68.230 casos, 9.708 corresponden a violencia contra niños, niñas y adolescentes.

LUCÍA JIMÉNEZ
Redacción EL TIEMPO ZONA

Fuente: El Tiempo

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