El Papa Francisco aceptó la renuncia de John Jenik -quien se desempeñaba como obispo auxiliar de Nueva York- por estar acusado de abusar sexualmente de un adolescente en la década de 1980. La información fue dada a conocer desde el Vaticano, que mantiene su compromiso de aplicar la ley a los miembros del clérigo señalados por estos delitos.
Acusaciones negadas
John Jenik fue nombrado obispo auxiliar en la Arquidiósesis de Nueva York en 2014, y su función consistía en apoyar al arzobispo del Estado en el desempeño de sus funciones. Desde el año pasado, Jenik dejó de ofrecer actividades públicas sacerdotales y se mudó de su parroquia en el Bronx; además, negó todas las acusaciones por abuso sexual.
En una carta del 29 de octubre de 2018, dirigida a sus feligreses y citada por el New York Times, escribió: “Sigo negando firmemente que haya abusado de alguien en algún momento. Por lo tanto, pediré al Vaticano, que tiene la máxima jurisdicción sobre tales casos, que revise el asunto, con la esperanza de probar mi inocencia en última instancia”.
Aunque el obispo sostiene su inocencia, el cardenal Timothy Dolan dijo que la junta de revisión laica de la arquidiócesis concluyó que la denuncia era creíble y fundada, por lo que envió el caso a la Santa Sede para una investigación más exhaustiva, dado que el Papa es la única autoridad que puede decidir sobre el destino de un obispo.
Está misma arquidiócesis recibió innumerables denuncias por conducta sexual inapropiada contra el ex cardenal Theodore McCarrick, casos que obligaron a la rendición de cuentas en la jerarquía eclesiástica estadounidense.
El fiscal General de Nueva York anunció una investigación civil sobre las acusaciones de abuso sexual y por supuesto encubrimiento en las diócesis católicas. Esto desencadenó una apertura en más de una docena de estados de los Estados Unidos, sobre investigaciones relacionadas con abuso sexual, contando más de 1.700 religiosos vinculados a la iglesia de este país que fueron denunciados por conductas sexuales inapropiadas.
Acusación creíble
El hombre que acusó al obispo -Michael J. Meenan, de 52 años- afirma haber informado a la arquidiócesis sobre la relación inapropiada, antes de hacer pública la denuncia. El obispo Jenik se hizo amigo de la víctima cuando esta tenía unos 13 años, en la iglesia de Nuestra Señora del Refugio en el Bronx, en la que el religioso servía como sacerdote desde 1978.
Durante décadas, el Vaticano encubrió o cerró los ojos ante casos en los que obispos o cardenales violaron o acosaron a menores y adultos. Esta realidad llevó al sumo pontífice a tomar medidas que obliguen a sus miembros reportar este tipo de conductas.
La ley, titulada «Ustedes son la luz del mundo«, obliga a las altas jerarquías y otros miembros del clero a que reporten a sus superiores cualquier situación creíble de abuso. Igualmente, extiende la responsabilidad para ser investigados a aquellos miembros de la iglesia que encubran o interfieran en cualquier investigación civil o canónica.
Sin embargo, ante todas estas acciones de exigir los reportes de cualquier situación de abuso, el Papa negó la renuncia de uno de sus cardenales acusado de encubrir a un sacerdote depredador, quien abusó sexualmente de menores Boy Scouts en los años 80 y 90.
En esa oportunidad, el cardenal francés Philippe Barbarin solicitó su renuncia al Vaticano, luego de ser declarado culpable ante la justicia penal por no informar sobre estas denuncias a la policía. Dicha solicitud fue negada por el Papa, quien aseguró que no aceptaría la renuncia del cardenal mientras no se decidiera sobre la apelación y el juicio siguiera su curso.
El Cardenal Barbarin es el clérigo francés más importante involucrado en el escándalo mundial de pedofilia de la Iglesia Católica, residente en la arquidiócesis de Lyon.
