Cerca de 1.700 sacerdotes y otros miembros del clero de la Iglesia Católica Romana que fueron acusados de abuso sexual infantil continúan teniendo acceso a niños sin supervisión de las autoridades religiosas o policiales, según reveló una investigación especial de la agencia de noticias The Associated Press.
Cerca de los niños
Algunos de los sacerdotes, diáconos, monjes y laicos acusados, luego de abandonar la iglesia, tienen actividades como:
- Enseñar matemáticas de secundaria
- Aconsejar a los sobrevivientes de abuso sexual
- Trabajar como enfermeros
- Ser voluntarios en organizaciones sin fines de lucro que ayudan a niños en estado de vulnerabilidad
Una publicación de la Arquidiócesis de Nueva York con los nombres de los miembros del clero que fueron acusados por pedofilia, ha permitido saber cómo viven y cómo rastrearlos y vigilarlos, ya que nunca fueron acusados penalmente, sino expulsados de la iglesia, que les permitió vivir como personas normales dentro de las comunidades.
La Arquidiócesis tiene sus propios criterios para determinar que el sacerdote realmente ha cometido abuso. Las acusaciones van desde:
- Conversaciones inapropiadas
- Abrazos no deseados
- Agresiones sexuales a menores de edad
Hasta el momento, la diócesis y órdenes religiosas han compartido los nombres de al menos 5.100 miembros del clero con acusaciones creíbles. La AP realizó una investigación de casi 2.000 que aún están vivos y permitió determinar dónde han vivido y trabajado. Los resultados arrojaron que:
- 160 continuaban trabajando -con paga o como voluntarios- en iglesias de diócesis católicas en el extranjero
- 190 obtuvieron licencias profesionales para trabajar con menores en educación, medicina, trabajo social y asesoría jurídica.
Además, se encontraron casos en los que los sacerdotes fueron reincidentes. Los clérigos incluidos en una lista de personas creíblemente acusadas jamás enfrentaron juicio penal por los abusos cometidos, lo que los libra de tener antecedentes que puedan ser verificados por las juntas estatales y servicios cuando buscan un empleo nuevo y les permite vivir sin problemas en otras comunidades, que ignoran la presencia y el pasado de estas personas.
Las autoridades policiales solo pueden supervisar a quienes han sido declarados culpables tras una sentencia judicial, de lo contrario se consideraría acoso.
La Diócesis de Nueva York saca a los clérigos acusados por abuso
Luego de la publicación de la Arquidiócesis con los nombres de los clérigos, la jueza Barbara Jones –designada por el cardenal de Nueva York, luego de un año de realizar el estudio independiente sobre cómo la arquidiócesis procesa las denuncias de abuso sexual en contra de sus miembros- emitió un informe en el que destaca que las denuncias sustanciales están fuera de ese ministerio, además de incluir una serie de recomendaciones.
Los protocolos estipulados en cuanto a las denuncias de agresión sexual se realizan de forma estricta. La investigación independiente que se lleva a cabo sobre la acusación, se presenta a una Junta de Revisión Laica que decidirá si la alegación está justificada.
La jueza Jones, en su informe final, estableció que la Arquidiócesis debe seguir ciertas medidas para mantener a raya el abuso sexual:
- Contratar a una persona que supervise y dé seguimiento a las denuncias de abuso sexual como única responsabilidad
- Mejorar las prácticas en las investigaciones independientes
- Exigir una capacitación anual que incluya técnicas de trabajo con niños en medios de ambientes seguros
- Incluir la relación entre la Arquidiócesis y los diez fiscales de distrito del área de Nueva York en los protocolos
- Sugerir que la jerarquía católica de Nueva York siga receptiva a nuevos reclamos y denuncias
- Incluir nuevos miembros con áreas adicionales de experiencia a la Junta de Revisión Laica
- Modernizar la Arquidiócesis de forma tecnológica, para realizar estos procesos de una manera más efectiva, que incluya el rastreo de los antecedentes de los clérigos.
Estas mejoras de las prácticas actuales vienen acompañadas con el reconocimiento de que las denuncias de abuso han sido respondidas de forma adecuada, junto con el compromiso de apoyar a las víctimas y sobrevivientes de abuso.
