El medio digital El Pitazo, abordó en un foro chat el tema de la pedofilia, enfocándose en la preocupación de muchos expertos y padres sobre el aumento exponencial de este crimen, y de cómo las niñas, niños y adolescentes están más expuestos al contacto de los depredadores sexuales bien sea por internet o encerrados en sus casas, debido a la cuarentena causado por el coronavirus.
¿Qué es la pedofilia?
Esta parafilia, la sufre quien se estimula para activar el deseo sexual con niños y adolescentes, a través de fantasías y/o conductas intensas y recurrentes. Para la Organización Mundial de la Salud es considerado como un trastorno mental, y puede aparecer a partir de los 16 años, cuando muestra interés en niños o niñas 5 años menores.
Cualquier conducta sexual sin consentimiento se considera abuso, independientemente que se realice un coito o no, cuando se trata de un niño que es abusado de esta forma, se habla de pederastia, cuando ocurre el abuso sexual infantil.
Se estima que anualmente más de 240 millones de niños, niñas y adolescentes alrededor del mundo son abusados sexualmente, y de ellos el 98% lo callará por años o por siempre, debido a la coacción del abusador. Un niño o adolescente no cuenta con la madurez física, emocional y psicológica necesaria para dar su consentimiento o acuerdo a una relación sexual, y mucho menos con alguien mucho mayor.
Como sociedad debemos estar atentos a los signos que nos muestran los niños abusados y ayudarlos, para ello es bueno conocer bien al menor. Es necesario entender en este punto, que generalmente los depredadores sexuales están en casa, lo que explica porque tanto silencio por parte de los niños en delatar a sus atacantes.
Sin embargo, hay ciertas actitudes de los niños que pueden aparecer y pueden ser indicativos de un tipo de abuso hacia el menor, como por ejemplo:
- Ansiedad y temor constante
- Mojar la cama cuando ya tiene los esfínteres desarrollados
- Pesadillas
- Adquirir conductas hipersexualizadas y no acordes con su edad
- Jugar con sus muñecos creando historias adultas
¿Cómo manipula un pedófilo a niños y niñas?
Aunque según la relación y la cercanía del menor con el depredador sexual puede variar, existen ciertos puntos que se mantienen en común:
- Seducen al menor a través de abrazos y mimos
- Realizan regalos para generar sentimientos de deudas
- Hacen creer al niño que no hay nada malo en lo que hacen
- Piden a la víctima que guarde el secreto, y recurren al chantaje
- Las amenazas verbales evolucionan a maltrato físico
También hay ciertos signos y conductas que nos puede mostrar cómo actúa un pedófilo, aunque la mejor manera es mediante la víctima, lo que es bastante difícil por el modus operandi, que inciden para que el menor no denuncie bien sea por el choque psicológico que les genera la situación, o porque están coaccionados o bajo amenaza.
Sin embargo, si vemos que una persona cercana es exageradamente cariñosa con él niño, al punto de ser incomodo, puede ser una alerta para los adultos que están alrededor, debemos analizar su comportamiento, si no se le acercan otros niños por voluntad propia, y comparar su comportamiento con otros adultos. También es bueno ver lo que consume en las redes sociales e Internet.
Las redes sociales son una herramienta de captación de niños y niñas, para acosarlos y obligarlos a enviar material pornográfico, así como contactar a redes para recibir material. Recientemente se incautó en la computadora personal de un pedófilo, además de material violento contra niños, un manual de cómo acosarlos y abusar de ellos en forma prolongada sin ser descubiertos, indicando cuales menores son más vulnerables y los mejores lugares para encontrar «la presa».
A través de las redes sociales, los pedófilos usan constantemente plataformas como Facebook, Instagram, YouTube y ahora Tik Tok, para acechar a los niños, ver sus fotografías y videos, para establecer contactos con ellos o excitarse.
Recientemente, se descubrieron Playlist en YouTube con nombres alusivos a los niños, con escenas de niñas y niños en traje de baños divirtiéndose en la piscina o en la playa. De estas plataformas saltan a WhatsApp donde ocurre el intercambio de material, y se cierra el contacto con la red.
De esta manera se obtiene material pornográfico, y los contactos para encontrar contenido más violento en la red oscura, haciendo de esta una industria bastante lucrativa, difíciles de desmantelar debido a su anonimato.
Movimiento MAP
Este movimiento surge para hacer de lobby a los pedófilos y establecer la pedofilia como una orientación sexual. Su nombre es la abreviatura inglesa de Personas atraída por menores (Minor-attracted person).
Sus inicios se conocen en Holanda desde la década de los 50, y se expande en Europa, hasta llegar a 1977, cuando aparece en Estados Unidos la NAMBLA (Asociación Norteamericana de Amor entre Hombre y Niño).
En el 2006, el Partido del Amor Fraternal se lanza a las elecciones presidenciales en Holanda, prometiendo en su campaña:
- Reducir la edad de consentimiento sexual
- Legalizar la tenencia de pornografía infantil
MAP se enfoca en afirmar que la pedofilia es una orientación sexual, lo que no es cierto, considerando que:
- El abusador tiene una relación de poder sobre la víctima, que puede causar alteraciones en el desarrollo sexual funcional del menor.
- La orientación sexual implica el consentimiento entre adultos, y el contacto sexual está orientado a dar placer entre ambos.
El movimiento MAP ha buscado ganar terreno en plataformas como Facebook promoviendo la pedofilia como una orientación sexual y buscando su legalización. Los usuarios denunciaron las cuentas y fueron dadas de bajas por contenido violento.
También fueron distribuidas noticias falsas de la OMS donde explicaban que la pedofilia no era un trastorno mental, y que era una conducta normal, agregando que presionaban para la despenalización de la prostitución infantil.
Ante esto, medios de comunicación consultaron con la OMS, afirmando que la pedofilia sigue siendo considerada como un trastorno mental y rechaza categóricamente los abusos infantiles, como cualquier otro tipo de abuso o explotación sexual infantil, definiéndolo como practicas propias de maltrato infantil, en su Exposición de principios para combatir la violencia contra los niños.