Las agresiones a menores de edad se ha vuelto un problema sin freno en Guatemala, según el Instituto Nacional de Ciencias Forenses-INACIF- hasta el 31 de enero se presentaron por lo menos 382 casos en los que a través de denuncias en el Ministerio Público se realizaron evaluaciones por delitos sexuales a niños y adolescentes desde los 0 hasta los 19 años, los abusos de tipo sexual siguen siendo el repunte más importante.
Las estadísticas se elevan en casos de violaciones sexuales a niñas que oscilan entre los 10 y 14 años de edad y en muchos casos se presentan embarazos prematuros, algo que pone en riesgo su vida.
Según el Refugio de la niñez la mayor parte del tiempo son los propios padres, hermanos o tíos los que cometen abusos sexuales en contra de los menores.
Mientras la Conferencia Episcopal de Guatemala se niega a la aprobación de la Ley de la Juventud que promueve la educación sexual integral y otras organizaciones tampoco están de acuerdo, las estadísticas sobre abusos a los niños y adolescentes va en aumento.
Un ejemplo claro de los cientos de casos que el Refugio de la Niñez recibe, es el de Daniela, una pequeña que desde los 8 años fue violada sexualmente por su hermano, una situación ligada a la hipótesis “que en la mayoría de los casos de abusos es en el núcleo familiar donde se originan estos escenarios”.
Actualmente el refugio resguarda a otras dos niñas una de 13 y otra de 14 años quienes no solo viven con el trauma de haber sido abusadas sexualmente sino que deben enfrentar la dura tarea de ser madres a esa edad.
Solo en el 2015 se registraron más de 5 mil abusos por esa entidad hacia niños y adolescentes.
Fuente: canalantigua.tv
