Uno de los participantes aseguró que la obra es una aportación de los confinados para concienciar por medio del arte
Consternados por la avalancha de casos de maltrato infantil que se reportan a diario, un grupo de confinados busca desde este martes llevar un mensaje de cese a este mal social a través del arte del grafiti.
Quizás alguno que otro ya tenía habilidad para el dibujo, pero en su mayoría, los noveles artistas descubrieron en la prisión talentos y destrezas que hoy, además de darles las herramientas para pintar un mural en el Municipio de Cataño, les brinda la oportunidad de experimentar un poco de libertad al estar lejos de la frialdad de la cárcel.
“Uno valora mucho la libertad cuando es lo primero que te quitan y al salir a pintar, uno se siente libre estando confinado, aunque estamos rodeados por varias escoltas, pero como quiera, uno siente que puede salir a hacer algo positivo y cambiar la rutina”, expresó el reo Luisvi Figueroa, de 26 años.
Figueroa es uno de ocho presos de custodia mínima del Instituto Educativo Correccional y la Institución 1072 del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), que participan en el programa “Arte en contra de la violencia”, mediante el cual reciben talleres de técnicas de muralismo.
Hoy el joven confinado dio los primeros trazos, en aerosol gris, del mural que podrá apreciarse en unos días en las instalaciones del Terminal de Transportaciones y Centro de Convenciones Manuel Santiago Ocasio, ubicadas en el casco urbano de Cataño. Mientras, otros de sus compañeros, bajo el sol del mediodía, retocaban con pintura el nombre del edificio y pintaban de blanco la extensa pared, que muy pronto irá sumando colores.
Figueroa, quien extingue una pena de dos años por escalamiento, explicó que la obra tratará de un grafiti compuesto por colores brillantes que busca llamar la atención sobre el alza en los casos de abuso infantil.
“Será un mural con unas imágenes bien agradables a la vista, que van a poder expresar el maltrato de menores, que es algo que se está dando mucho en estos días. Queremos plasmar un tema negativo como ese y transformarlo en algo positivo”, señaló.
“Esta ha sido una experiencia bien nítida, le he sacado mucho provecho. Este arte lo descubrí de preso, con guille – como uno dice – un talento oculto que uno tiene, aunque uno de chamaquito siempre coge un pote de ‘spray’ o se pone a pintar o dibujar, pero que no le había dedicado tanto tiempo como ahora”, manifestó por su parte, José “Beto” Valentín, de 30 años.
Valentín, quien lleva preso ocho años por robo, destacó que la idea de llevar el tema del maltrato infantil a imágenes es una aportación social que ellos como confinados realizan al tratar de concienciar por medio del arte.
“El maestro y nosotros hicimos un boceto bastante bonito y espero que le agrade a todo el mundo”, agregó.
“Específicamente en este mural, lo que estamos planteando es el abuso en contra de los niños, que se está viendo mucho en las noticias”, indicó sin anticipar detalles precisos del contenido del mismo.
De hecho, tanto los reos como el muralista Diego Romero, quien comparte con ellos sus conocimientos en arte, y funcionarios del DCR, que se encontraban presentes, cuidaron con recelo el boceto del mural debido a que quieren conservarlo como una sorpresa para los espectadores hasta que la obra se complete.
“Vamos a poner en práctica los ejercicios que hemos realizado con ellos (en los talleres) y cómo se puede trabajar en equipo cuando se trabaja un dibujo a gran escala”, explicó Romero al resaltar que a través de las destrezas que les enseña a los presos les demuestra la libertad que puede brindarles el arte para su beneficio y el de la comunidad.
Para el artista, uno de las ganancias más relevantes del proyecto “es que ellos puedan entablar una conversación social, donde dejen de estar censurados y puedan también encontrar un refugio en el arte, un refugio de liberación”.
Por otro lado, subrayó que el lugar seleccionado para el grafiti tiene la ventaja de estar en un punto donde hay un flujo sustancial de personas, entre ellos turistas, lo cual le dará al trabajo un alto nivel de exposición.
Por otro lado, el alcalde de Cataño, José Rosario, reconoció estar entusiasmado con la iniciativa, debido al interés que le había manifestado hace algún tiempo al DCR en trabajar algún proyecto de integración social con la comunidad penal.
Rosario sostuvo que quería que los reos tuvieran la oportunidad de poner en práctica lo aprendido en los talleres de arte, al tiempo que se les ayuda en su proceso de rehabilitación, y el mural propuesto, además de cumplir con ese doble propósito llevará a los espectadores a una reflexión sobre la importancia de proteger a la niñez y fortalecer a la familia, según señaló.
De otro modo, confió en que la obra no será vandalizada, a juzgar por la experiencia con otros murales realizados en el pueblo.
“Puedo decir por experiencia propia que los grafitis en Cataño se respetan”, aseguró, mientras anticipó que se contempla que otros espacios puedan cederse en un futuro cercano a los confinados para el desarrollo de arte en edificios declarados como estorbos públicos.
Se espera que la obra esté completada el 23 de abril, si las condiciones climáticas lo permiten.
Fuente: El Nuevo Día
