¿Sabías que, en el Reino Unido, al menos cada 10 minutos un cuerpo policial recibe una llamada reportando un nuevo caso de grooming? Es alarmante esta cifra, ¿cierto? Bueno, por suerte para todos, existen maneras de evitar y de supervisar lo que nuestros hijos ven cada vez que se conectan a internet.
Como hemos explicado en artículos anteriores, el grooming es el acercamiento vía web que uno o más adultos pueden tener con menores de edad, con la finalidad de obtener un encuentro sexual. Los atacantes, generalmente, no se manifiestan como adultos, sino que se hacen pasar por niños contemporáneos en edad con nuestros hijos, ganándose su confianza y afecto, para después organizar un encuentro y así, abusar de ellos.
Muchas veces, y por lo ajetreado de nuestros días, no podemos controlar con precisión lo que nuestros hijos ven y descubren en la web, una simple e inocente búsqueda podría arrojar resultados que los conlleven a ver portales que no se adecuan a su edad.
Afortunadamente, la tecnología ha evolucionado para brindarnos mayor seguridad y confianza, aunque estemos lejos de casa, con la creación de aplicaciones y programas que nos permiten bloquear y censurar esos resultados de búsqueda que nos puedan parecer inapropiados para nuestros hijos.
Con los llamados “Controles Parentales” podremos saber qué portales visitan nuestros hijos, cuánto tiempo invierte en ellos, qué ven en las redes sociales y hasta con quién hablan por estas vías y por SMS. Podemos tener acceso y potestad de bloquear sitios inapropiados y hasta podemos ver en dónde se encuentran a la hora de cualquier eventualidad o situación que acontezca fuera de casa.
Los controles parentales son una gran herramienta y un gran aliado para los padres actuales, porque dan la seguridad de que podemos seguir cuidando a nuestros hijos aún y cuando no podemos hacerlo presencialmente.